La más hermosa siesta

Hay tardes en las que te quedas pensando y llegas a la conclusión de esos momentos en tu vida que significaron tanto, que provocaron un cambio... Accionan algo -te volteas y miras a tu lado- sabes que hay una personita especial ahí que siempre está, que duerme pasivamente como una pequeña criatura después de una pésima noche, intentas transmitirle tu calma, tu pasividad, quieres que pueda descansar aunque sea un poco. Y es ahí cuando sin notarlo una sonrisa se expande en tu rostro y esa personita sigue ahí impregnada en tus pensamientos, imposible sacarla aunque sea por un segundo y esa sensación te agrada, te hace reír mirar hacia al lado y ver como se acurruca mientras tu vigilas su sueño.

Te pones a pensar en cuanto ha pasado desde "ese entonces" hasta ahora, hasta este preciso instante en el que todo ya cambió, en como no crees que haya pasado tanto tiempo, o que haya pasado tan rápido, simplemente ocurrió todo y no hay forma de evitarlo... Suspiras y recuerdas como conociste a esa persona y que fue todo lo que pasaron para llegar a estar como están ahora, ese cariño incondicional que se dan cuando más lo necesitan y el amor que siempre está presente -Vuelves a mirarlo y sonríes  toda esa tranquilidad que intentabas darle ahora el te la da a ti, te irradia de un descanso pleno y cómodo, oyes su respiración que va acorde o complementada con la tuya, intentas no hacer mucho ruido... No quieres despertarlo, es tiernamente un bebé que se acomoda con pequeños maullidos de gatito-

Ahora recuerdas que fue lo que te llamó la atención en ese primer momento, lo que más te gustó y lo que más te llenaba de confianza a pesar que era la primera vez que lo veías -Se despierta, te sonríe y pregunta si le das 5 minutos más para dormir, le sonríes de vuelta y le dices que si-, sigues cuidando su sueño mientras el no sabe que lo que escribes es precisamente sobre el...
Recuerdas su forma tan gentil de tratarte, lo tan caballero que siempre ha sido contigo y que fueron las primeras cosas que te llamaron la atención, su sentido del humor y sus bromas, sus ojos... Ahora lo piensas y dices: Todo... Todo lo de el me encantó.
  
Se acaban los minutitos de sueño para el, es la hora en que debes despertarlo... Pero lo ves ahí tan cómodo y en un sueño tan profundo que te da ese "no se que" despertarlo. Se mueve un poco, despierta y te pregunta la hora, le quedan 2 minutos.
El tiempo termina, despierta definitivamente y te dice: Perdón por dormir tanto... ¿En que estabas?.
Con esa carita que te hace sonreír de forma cómplice ya que no sabe que escribías sobre el, suspiras y te dices a ti misma: Me alegra tanto que todo se haya dado así para que nos conociéramos y que todo se diera para que en este momento le diga: Te amo

Y sigue disculpándose por haberte dejado sola mientras dormía... Tu le dices que no importa, y sigues sonriendo ya que más que sentirte sola como el piensa... estuviste viviendo unos momentos hermosos al deleitarte con su expresión mientras dormía.