Disfruta de esas pequeñas o grandes alegrías que vienen luego de una derrota o una ruptura llena de sufrimiento, por que siempre el dolor vale la pena para lo que viene después, por que después de la tormenta siempre sale el sol. Confía en ti y en lo que sabes que será bueno, no decaigas por algún problemilla que tiene solución o un gran consuelo detrás.
En momentos de depresión piensa en quienes están ahí contigo apoyandote siempre, los que te consuelan al ver salir una lágrima de tus ojos, en esos momentos de tristeza debes buscar algo que te relaje y pueda tranquilizarte.
Deja salir lo que más te hace sufrir, cámbialo por tu felicidad, dale una vuelta a las cosas y aprende a mirarlas desde otro punto de vista. No hay mejor forma de alegrarte que buscarle algo bueno a lo que te hace sufrir.
Obviamente no todo es sufrimiento y consuelo, a veces la felicidad viene instantanea sin tener que hacer algo a cambio de ella. Piensa un rato en lo que te hace feliz escuchando alguna linda canción, si lo que te hace feliz es un "alguien" piensa en ese alguien... dedicale un rato de tu pensamiento. Dile todo lo que sientes, dale las gracias por hacerte tan feliz, piensa en todo lo bueno que tiene, piensa en esa sonrisita que pondría si te ve ahora mismo.
Sabes que el amor que le tienes a la causa de tu felicidad nunca se acabará, lo tienes presente todo el tiempo en tu mente, la tienes rondando en tu alma, sientes que siempre está a tu lado aunque estén a miles de kilómetros de distancia.
No dejes que se acabé lo más lindo en tu vida, no permitas que te alejen de tu felicidad ni mucho menos de la causa que te hace feliz.
Siente la felicidad.
Detente un segundo a pensar en lo bello que es ser feliz.
Disfruta de un pequeño placer que te brinda la vida.
Vive la vida y todo lo que tienes que vivir en ella, no dejes que te quiten lo que es tuyo legalmente por tu corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario